Aumenta la desconfianza en las noticias (40%) pero se recupera la credibilidad de las marcas periodísticas españolas

  • El 40% de los españoles desconfía habitualmente de las noticias en general, frente a un 33% que sí se fía. 
  • Se recupera la confianza en las principales marcas periodísticas españolas, especialmente de los medios locales y regionales. 
  • Crece el número de ninis informativos: al 37% de los españoles ni le interesa las noticias ni se fía de ellas.
  • Persiste la preocupación en España por la desinformación en internet (64%).

Los datos de la encuesta de 2023 permiten afirmar que los españoles siguen desconfiando habitualmente de las noticias. El porcentaje de encuestados que declara no fiarse de la información es el más alto de toda la serie histórica del Digital News Report España, con un 40% de desconfiados. Por el contrario, el porcentaje de personas que se fía frecuentemente de las noticias parece que ha encontrado suelo y se estanca en el 33% de los encuestados. Respecto a años anteriores, se observa que un porcentaje relevante de los indecisos se ha decantado hacia la pérdida de confianza en las noticias. La distancia entre confiados y escépticos es la mayor desde 2015 (7 puntos porcentuales). 

Si se echa la vista hacia atrás, se pueden establecer dos fases muy nítidas en la evolución de la confianza informativa de los españoles. Desde 2015 y hasta 2017, la confianza en las noticias aumentó de manera significativa, pasando del 34% en 2015 al 51% en 2017. Al mismo tiempo, la desconfianza disminuyó gradualmente (véase grafica). Este período se caracteriza por una mejora en la percepción de la veracidad de las noticias y un mayor grado de confianza en general. 

Sin embargo, a partir de 2018 y hasta 2023, se observa una tendencia a la baja en la confianza en las noticias, que cae a niveles del 44% en 2018 y 2019. Son los años del nacimiento del término “fake news”, popularizado durante el mandato de Donald Trump y utilizado en el debate público español a raíz del referéndum ilegal de independencia de Cataluña, cuando surgieron numerosas acusaciones de desinformación tanto por parte del gobierno español como de los independentistas catalanes. También son los años en los que los partidos más extremos introducen la crítica a los medios de comunicación como un elemento habitual de su agenda política y en los que se agudiza la polarización social, política e informativa. En 2020 apenas un 36% de los españoles se fiaba habitualmente de las noticias, cifra que siguió cayendo hasta el 33% actual. En ese mismo período de tiempo, el porcentaje de españoles que declaraba no fiarse habitualmente de las noticias pasó del 30% en 2018 al 40% en 2023, en lo que se caracteriza como una falta de recuperación de la confianza previa y una mayor incertidumbre en cuanto a la veracidad de las noticias.

Volviendo a 2023, el análisis sociodemográfico de la confianza en las noticias muestra algunas novedades. Aunque el grupo de los más jóvenes (menores de 35 años) sigue mostrando los niveles más bajos de confianza en contraste con los mayores de 55 años (véase gráfica), la falta de confianza se va extendiendo entre las cohortes más mayores. En concreto, en el grupo de encuestados con edades entre 35 y 44 años el porcentaje de desconfiados ha aumentado 7 puntos porcentuales en el último año, hasta el 44%. Como consecuencia, la diferencia en este grupo entre los que confían y los que desconfían ha pasado de 10 puntos porcentuales en 2022 a 17 puntos en 2023. Y un último dato ilustrativo de la extensión de la desconfianza hacia grupos más adultos: de todos los grupos de edad, únicamente en los mayores de 55 años los confiados en las noticias superan a los escépticos. 

El resto de factores sociodemográficos muestra que no existe una relación clara entre el nivel de ingresos y la confianza. Por el contrario, el grado de educación sí parece influir en la confianza informativa. Los datos muestran que aquellos encuestados con un nivel de formación más elevado (medio/alto o con grado/posgrado finalizado) tienden a mostrar niveles más bajos de confianza (31%) y mayores niveles de desconfianza (46%) en comparación con aquellos con un nivel de formación inferior (31% se fía y 37% desconfía). 

Por último, el análisis de la confianza en las noticias por ideología política ofrece una tendencia interesante: los individuos con una ideología de izquierda muestran el porcentaje más bajo de confianza (29%), seguidos por los de centro (37%) y los de derecha (35%). 

Comparativa con el resto de países

Con un 33% de usuarios que confían en las noticias, España se sitúa por debajo del promedio total del 40% registrado entre todos los países. Además, el porcentaje de desconfianza en las noticias en España, que asciende al 40%, es uno de los más altos de Europa, superado sólo por un puñado de países.

Dentro del contexto europeo, se observa una tendencia notable de confianza menor en las naciones del sur de Europa, con la excepción de Portugal (58% se fía). El resto de países como Italia (34%), Grecia (19%) o España (33%) parecen estar lidiando con un mayor nivel de escepticismo hacia las noticias en comparación con sus vecinos del norte y del centro de Europa. Así, los países nórdicos exhiben los mayores niveles de confianza en las noticias, como Finlandia (69%) y Dinamarca (57%). Y en los países de Europa Central, como los Países Bajos y Alemania, también reflejan una confianza moderada en las noticias, con porcentajes de confianza del 57% y 43% respectivamente.

Más allá de Europa, las tendencias en la confianza en las noticias varían. Los países de Asia, como Japón y Singapur, muestran porcentajes de confianza de un 42% y un 45% respectivamente, lo que indica una confianza moderada en las noticias. En América del Norte, tanto Estados Unidos como Canadá presentan niveles relativamente bajos de confianza en las noticias, con un 32% y un 40% respectivamente. El Reino Unido, por otro lado, presenta un nivel de confianza similar al de España, con un 33%.

Un indicador del grado de confianza informativa es la denominada “confianza neta”, es decir, la diferencia entre los porcentajes de encuestados que confían habitualmente en las noticias y aquellos que no. Esta medida permite una visión más clara del equilibrio existente entre confiados y escépticos en las noticias de cada país. 

Como puede observarse en la gráfica, entre los países con la mayor confianza neta en las noticias se encuentran Finlandia (53%), Dinamarca (44%) y los Países Bajos (41%), todos ellos países europeos. Fuera de las fronteras europeas, Kenia también muestra un alto nivel de confianza neta en las noticias (40%), lo que indica una percepción positiva generalizada de las noticias en este país.

Sin embargo, esta alta confianza neta en las noticias no es universal en Europa. En contraste con los países nórdicos, varios países del sur y del centro de Europa presentan una confianza neta baja o incluso negativa en las noticias. Este es el caso de España, que presenta una confianza neta del -7%, lo que la sitúa entre los países con menor confianza neta en las noticias. Esto sugiere un nivel de escepticismo significativo hacia las noticias en España, compartido con otros países europeos como Francia, Hungría, la República Eslovaca, Bulgaria y Grecia, todos ellos con una confianza neta negativa.

Fuera de Europa, las tendencias varían significativamente. En Asia, por ejemplo, Japón y Singapur presentan una confianza neta relativamente alta en las noticias (27% y 30% respectivamente), mientras que la República de Corea y Taiwán muestran una confianza neta mucho más baja (2% y 10% respectivamente). En América del Norte, tanto Estados Unidos como Canadá también presentan una confianza neta baja en las noticias (-10% y 11% respectivamente).

Se agudiza el efecto tercera persona: no me fío de las noticias en general pero sí de mis medios

Los datos de este año sugieren que los encuestados tienden a mostrar una mayor confianza en las noticias que consumen en comparación con las noticias en general. Esto podría deberse a una variedad de factores, incluyendo la posibilidad de que los encuestados seleccionen fuentes de noticias que consideren más confiables, o que la familiaridad con una fuente de noticias en particular pueda aumentar la percepción de su fiabilidad. Se daría así un efecto tercera persona: la gente se fía más de sus propios medios (40%) que de los medios en general (33%) y desconfía menos de los propios medios (31%) que de los medios en general (40%). Esto ya ocurría otros años, pero en 2023 aumenta la diferencia entre la confianza en las noticias en general y las noticias que uno consume.

Después del declive de 2022, se recupera la credibilidad en las marcas periodísticas españolas

Después de la fuerte caída de la confianza en las marcas periodísticas analizadas en 2022, los españoles recuperan parcialmente la confianza en esas marcas (suben de media 3,9 puntos porcentuales). 

En términos generales, la mayoría de las marcas periodísticas ha experimentado un aumento en el porcentaje de usuarios que confían en ellas entre 2022 y 2023. Algunos de los aumentos más notables se encuentran en COPE (6 puntos porcentuales), de 39% en 2022 a 45% en 2023; los diarios regionales o locales (6 pp), pasan de 46% en 2022 a 52% en 2023, y la Cadena SER y Antena 3, ambos con un aumento de 4,8 y 4,4 puntos respectivamente. La única excepción es La Sexta, que apenas experimentó un cambio significativo en el nivel de confianza, manteniéndose en 42%.

Por lo tanto, la tendencia general en 2023 es una recuperación de la confianza de los españoles en las marcas periodísticas analizadas. No obstante, esta recuperación es diferente según marcas. Si se aplica el concepto de confianza neta y se pone en relación el porcentaje de confiados con el de escépticos para cada marca se observa que las empresas informativas con mayores diferencias entre ambos grupos son los diarios regionales o locales (+35,4 pp), Antena 3 (+26,5 pp) y RTVE y Cadena SER (+21,3 pp y 21,6 pp respectivamente). En contraste, las marcas con la menor diferencia entre usuarios que confían y no confían son OKDiario (-4,7 pp) y Telecinco (-11,3 pp). Estas diferencias implican que mientras que algunas marcas como los diarios regionales o locales y Antena 3 tienen un nivel de confianza significativamente mayor que de desconfianza, otras como OKDiario y Telecinco tienen más usuarios que no confían en ellas que aquellos que sí lo hacen.

Desinterés y desconfianza: una combinación fatal

Con base en el grado de confianza/desconfianza en las noticias y en el nivel de interés/desinterés en la información, hace tres años se estableció una tipología de la población española. Así, en primer lugar tendríamos aquellos encuestados denominados ninis, porque declaran no tener ni interés ni confianza en las noticias. Este grupo ha ido ha ido creciendo de manera notable, tanto en España como en el conjunto de los países analizados y en la actualidad es el más numeroso (37% y 36%, respectivamente).

El segundo grupo de consumidores de noticias más nutrido en España está formado por los interesados en las noticias pero desconfiados. En el último trienio ha disminuido del 38% al 30%. A nivel global, también se ha reducido la cifra, pasando del 29% en 2021 al 23% en 2023. 

También ha ido disminuyendo el grupo de aquellos que declaran estar muy interesados y confiados en la información. Desde 2021 muestra una reducción constante en los porcentajes, pasando del 29% al 22% en 2023. Similar tendencia se ha dado en el conjunto de los países analizados, aunque en España este grupo es ligeramente menor que en promedio de países estudiados. 

Por último, el grupo de los no interesados pero confiados en las noticias ha experimentado un aumento y ha pasado del 7% en 2021 al 11% en 2023. Al contrario que en España, a nivel global, este grupo se ha mantenido estable en 16% en 2022 y 2023, después de un incremento en 2021. En este caso, España tiene una tendencia ascendente, aunque este grupo es considerablemente más pequeño en España que en el total de países.

En resumen, los datos muestran una tendencia general de disminución en la confianza de las personas en las noticias, tanto para aquellos interesados como para aquellos no interesados. Esto indica un cambio en la percepción de las noticias y una mayor cautela por parte del público. Sin embargo, también se observa un aumento en el número de personas que no están interesadas en las noticias, pero aún confían en ellas. Estos resultados reflejan la complejidad de las actitudes y comportamientos hacia las noticias y la necesidad de una mayor comprensión de los factores que influyen en la confianza del público.

Continúa la preocupación por los bulos informativos en internet

España sigue siendo uno de los países con mayor preocupación por los bulos. Ocupa el 11º puesto de los 46 mercados analizados, con 64% de los encuestados preocupado por lo que es real y falso en internet, frente al 11% que no lo está. La cifra aumenta ligeramente respecto al año pasado, siguiendo la tendencia en el conjunto de los países. Dentro de Europa, España es el tercer país con mayor preocupación por este problema, sólo por detrás de Portugal (71%) y Reino Unido (64%). 

La siguiente gráfica proporciona una visión de la evolución de la preocupación de los usuarios adultos de Internet hacia los bulos o desinformación que circulan en línea durante un período de seis años, desde 2018 hasta 2023.

Como puede observarse, el grupo de los preocupados total o parcialmente por la difusión de contenidos falsos por Internet ha disminuido ligeramente en el período analizado, pasando gradualmente del 69% en 2018 al 64% en 2023. Este descenso podría interpretarse como un indicativo de que los usuarios de Internet se están volviendo más críticos y capaces de detectar y evitar la desinformación. Sin embargo, el hecho de que dos de cada tres encuestados todavía expresan preocupación sugiere que los bulos informativos siguen siendo un problema pertinente.

El segundo grupo, caracterizado por cierta neutralidad hacia el problema de los bulos, muestra una tendencia ascendente, aunque modesta. Este incremento del 20% en 2018 al 25% en 2023 sugiere que un número creciente de usuarios de Internet puede estar desarrollando una actitud más indiferente o resignada hacia la desinformación. Esto podría deberse a una saturación de la desinformación en línea, lo que hace que sea cada vez más difícil para los usuarios discernir la verdad.

Por último, el grupo de los encuestados que no está preocupado por la desinformación permanece relativamente constante durante el período de seis años, oscilando entre el 10% y el 12%. Esta constancia puede indicar que un segmento pequeño pero estable de la población de usuarios de Internet no se siente particularmente amenazado o afectado por los bulos informativos. Este grupo puede tener una alta confianza en su capacidad para discernir la desinformación, o puede que no estén tan expuestos a la desinformación en primer lugar.

En general, estos datos reflejan una realidad en la que los bulos informativos han llegado a ser una parte reconocida del paisaje digital en España. Aunque la mayoría de los usuarios de Internet todavía expresan una cierta preocupación, hay una tendencia gradual hacia la neutralidad, quizá debido a la omnipresencia de la desinformación, quizá debido a la indiferencia informativa.