Ecuador: Daniel Noboa extiende por 30 días el estado de excepción

Renovado el estado de excepción en Ecuador. El presidente Daniel Noboa señaló la necesidad de extender la medida por 30 días más-para un total de al menos 90 días- para mantener las patrullas militares en las cárceles y zonas violentas del país, mantener el orden y reducir los homicidios.

"La declaratoria de estado de excepción se mantiene en todo el territorio ecuatoriano para garantizar el orden público, la paz social y la convivencia pacífica", indicó la Secretaría de Comunicación de la Presidencia en un comunicado, luego de que el mandatario firmara el decreto para ampliar la disposición.

El estado de excepción restringe derechos como la libre movilidad, ya que incluye un toque de queda que va desde la medianoche hasta las 5:00 en las zonas de mayor peligrosidad, y se va reduciendo en otras.

Asimismo, limita el derecho de reunión, de inviolabilidad de domicilio y de correspondencia. Sobre esta última, el documento especifica que debe encaminarse “al fin legítimo que es la identificación, análisis y recopilación de mensajes que tengan por objeto el ocultamiento de cualquier persona privada de libertad” o el ocultamiento de una conducta ilícita.

La Constitución permite al mandatario mantener el estado de excepción hasta por 90 días continuos.

Los antecedentes de la extensión de la medida

El estado de excepción fue inicialmente declarado por el mandatario el pasado 8 de enero, un mes y medio después de asumir el Ejecutivo de un país bajo una grave crisis de seguridad que, incluso, fue testigo del asesinato de Fernando Villavicencio, uno de los candidatos presidenciales, en plena campaña, el pasado agosto.

Hace dos meses, Noboa declaró la medida tras la fuga del narcotraficante José  Adolfo Macías Salazar, alias ‘Fito’, que estuvo seguida de motines en seis cárceles del país, y con el fin de recuperar el control de los centros de privación de libertad, perdido en los últimos años. Aún se desconoce el paradero del hombre que había sido condenado a 34 años de prisión, por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato.

Pero lejos de mitigar a las bandas delictivas, la declaratoria del estado de excepción elevó la ira de los criminales que un día después protagonizaron una serie de hechos violentos. Entre ellos, la irrupción armada a un canal de televisión durante una transmisión en vivo, cuyas imágenes, en las que amenazan y apuntan con sus armas al equipo técnico y periodístico, dieron la vuelta al mundo.

Además, se registraron explosiones en distintas ciudades, al menos siete policías fueron secuestrados y se registraron más fugas de presos, lo que llevó a Noboa, el 9 de enero, a declarar "conflicto armado interno" y declaró la guerra a 22 organizaciones criminales, a las que calificó de terroristas y “objetivo militar”.

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Desde entonces policías y militares, que forman parte del denominado bloque de seguridad, realizan operativos permanentes en diferentes ciudades del país. Con especial atención en la ciudad portuaria de Guayaquil, la segunda del país y considerada una de las más peligrosas.

Además, las autoridades realizan operativos dentro y fuera de las cárceles que, aseguran, son el centro de mando de las bandas criminales –vinculadas, a los grandes carteles de droga de México y Colombia– y desde donde ordenan todo tipo de delitos.

¿Qué ha logrado Noboa desde la primera declaración del estado de excepción?

El Gobierno asegura que durante el estado de emergencia los homicidios intencionales se han reducido a la mitad, pasando de una media de 24 por día a 12 por día.

La oficina de prensa de la Presidencia señaló que, entre enero y el pasado lunes 4 de marzo, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo cerca de 150.000 operativos a nivel nacional, en los que arrestaron a más de 11.700 personas, incluidas 280 por cargos de terrorismo. Catorce presuntos delincuentes murieron durante las operaciones y las autoridades incautaron 3.300 armas y 64,3 toneladas de drogas.

El expresidente Guillermo Lasso, a quien Noboa sucedió en el cargo, también decretó con frecuencia estados de excepción, en un intento por frenar la creciente violencia en las calles y en las prisiones, lo que mostró pocos efectos.

Ante la expansión del narcotráfico, Ecuador pasó de ser uno de los países más seguros del hemisferio a uno de los más peligrosos tras convertirse en un importante centro regional de almacenamiento, procesamiento y distribución de drogas ilícitas.

Con Reuters, AP y EFE